Ordenacion del Borde Marítimo de Vigo
Guillermo Vázquez Consuegra
Localización: Vigo
Fecha: 2001
Fotografía: Duccio Malagamba
Formato | Archivo Pdf |
Páginas | 84 |
Idioma | Español |
Las ciudades costeras se caracterizan por su relación con el mar, una relación que se intensifica y materializa en las ciudades portuarias. Los puertos, como sucede con las estaciones y aeropuertos, son lugares de tránsito, lugares que pertenecen material y físicamente a la ciudad pero conceptualmente al mundo, a sus vínculos y relaciones, a los viajes, al no lugar. Construir en el puerto de Vigo significa construir sobre la memoria que la ciudad posee de su relación con el mar, construir sobre los viajes.
El paisaje portuario se caracteriza por su movilidad volumétrica. Las estibaciones de contenedores y la incesante ida y venida de los grandes cargueros y transatlánticos configuran un paisaje cambiante, un paisaje no consolidado, nunca acabado. Formas, materiales y colores en continua mutación.
Algo de todo esto impregna la arquitectura de los nuevos edificios propuestos en el concurso. Una arquitectura que no toma prestado de los barcos ni sus formas ni su lenguaje. Tienen más que ver con los lugares, con las condiciones mismas de su entorno. Fuera de este contexto perderían su significado y su razón de ser.
Un contenedor de vidrio –acuario-, unas calles de luz –edificio comercial- y un volumen brillante –edificio administrativo-, en función de las condiciones atmosféricas, de la luz y del punto de vista, se harán opacos, densos, presentes pero también brillantes, transparentes, invisibles. Desaparecerán. Como los contenedores, como los barcos.
Participar del carácter mágico de estar y no estar, de aparecer como agentes mediadores en esa relación de la ciudad con el mar y con el mundo, sustituyendo a los viejos edificios de granito que pesaban demasiado sobre el frágil perfil de la memoria del mar.
El jurado del concurso nos asignó la construcción del Acuario, el acondicionamiento de la Estación Marítima para Museo de la Ciudad y la Ordenación del Borde Marítimo en este tramo urbano, un conjunto de intervenciones desarrolladas a lo largo de dos kilómetros en el sector correspondiente al área central de la ciudad.
La peatonalización mayoritaria de todo el sector condujo a la construcción de un túnel reservado al tráfico rodado y de aparcamientos subterráneos. La propuesta recoge por tanto el tratamiento de las rampas de acceso al túnel así como de todas las emergencias a que pudieran dar lugar las obras de ingeniería: salidas de emergencia, vías de evacuación, chimeneas de grupos electrógenos, ventilación del túnel o de los aparcamientos, rotondas de tráfico, etc., integrándolas en la ordenación general de los espacios abiertos.
En todas estas intervenciones así como en el diseño de las piezas de mobiliario urbano que se han producido ex-profeso para este Frente Marítimo: luminarias, bancos, papeleras, alcorques, etc. han prevalecido criterios de economía de gestos, racionalidad y rentabilidad económica. Elección de buenos materiales -en nuestro caso magníficas piezas de granito y una cuidada y exigente ejecución que aseguren la durabilidad y los costes escasos de mantenimiento. Criterios dirigidos a la eliminación de excesos, tan común hoy en tantas intervenciones en espacios públicos, introduciendo quizá frente a la expresión personal una cierta componente de anonimato y en las que la presencia de una tenue arquitectura, en intensa relación con la naturaleza, afirma su innegable voluntad de ausentarse, para casi no ser.
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