Tomás José Sanabria (1922- 2008), arquitecto venezolano , artífice en Caracas de obras como el Hotel Humboldt, Foro Libertador o el edificio del Banco Central de Venezuela, su faceta de fotógrafo fue reconocida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York para la exposición «Latin America in Construction. Architecture 1955-1980”
Por María Fernanda Jaua
«Yo no existo en la vida sino a condición de ver»[1]
Le Corbusier
El valor que tiene mirar desde el aire para comprender y crear relaciones recuerda inevitablemente al arquitecto cuya obra se transformó cuando, el 22 de octubre de 1929, vio el mundo desde un vuelo en avión entre Buenos Aires y La Asunción.
En «Precisiones respecto a un estado actual de la arquitectura y el urbanismo», Le Corbusier escribe: «A 500 o a 1.000 metros de altura, y a 180 ó 200 kilómetros por hora, la visión desde el avión es la más tranquila, la más regular, la más precisa que pueda desearse: puede apreciarse el pelaje salpicado de marrón o negro de una vaca. Todo toma la precisión de un plano»[2]. Mirando desde el aire comprende la verdadera dimensión de la ciudad en el territorio: “cuando se ha subido a un avión de observación y se ha planeado sobre todas las bahías, cuando se ha hecho el contorno de todos los picos, y se ha entrado en la intimidad de la ciudad, cuando se le ha arrancado con una simple ojeada de pájaro planeador todos los secretos que ocultaba tan fácilmente al pobre terrestre bípedo, se ha visto todo, se ha comprendido todo”[3].
Esta pasión por la visión desde el aire fue compartida por un buen número de fotógrafos y arquitectos modernos en América Latina. Algunos también fueron aviadores, entre ellos Tomás José Sanabria. En 2008 se refirió a la importancia de la fotografía aérea en su trabajo:
«La aviación siempre me ha gustado mucho y fui piloto por unos 30 años. Tuve la oportunidad de adquirir mi propia avioneta, así que con el placer de volar mi avión, tomaba las fotos del sector, las revelaba y ampliaba, para poder discutir en la próxima reunión con material actualizado. Esto me convenció del valor de la fotografía y así comencé la colección de diapositivas aéreas sobre el Valle de Caracas y sus alrededores»[4].
Casi todas las mañanas, Sanabria pilotaba su avión para mirar y fotografiar la ciudad y sus alrededores. La registró minuciosamente desde el dispositivo que hizo colocar en el exterior de la ventanilla para fijar la cámara. La dibujó y tomó notas de sus observaciones sobre la trama urbana y la geografía del lugar de manera exhaustiva. Le interesaron especialmente su forma construida y su relación con la naturaleza y el clima. Muchas veces lo vimos explicarla dibujándola de memoria. La conocía completamente, con todo detalle.
La relevancia de esta faceta de su trabajo fue reconocida recientemente por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, que hizo una selección de sus fichas de croquis y notas sobre el clima de Caracas para la exposición «Latin America in Construction. Architecture 1955-1980», llevaba a cabo entre marzo y julio de 2015.
Estos estudios se reflejan en la importancia que le atribuye al soleamiento en todos sus edificios y se traducen en el cuidadoso diseño de los dispositivos arquitectónicos para el control de la incidencia solar y la temperatura, que son característicos de su trabajo. Las soluciones ambientalmente responsables y eficientes que los arquitectos modernos produjeron hace más de cinco décadas son una gran lección para la arquitectura de nuestros días, tan preocupada por el cambio climático y la sostenibilidad.
Durante años, Sanabria tomó la mayoría de las miles de fotos de su obra que se encuentran cuidadosamente guardadas en su archivo. Lo hizo no solo como un medio para dar a conocer el edificio terminado sino, sobre todo, como parte esencial del proceso de desarrollo del proyecto. La comprensión amplia y completa del lugar le permitió entender cada encargo como parte de un proyecto global de desarrollo y modernización, esta visión también se refleja en las varias tesis que propuso para la ciudad de Caracas. En cada proyecto sobrevoló el sitio para registrarlo con vistas aéreas desde todos los ángulos. Mediante este recurso decidía cómo la obra debía reconocer y potenciar sus valores. Gradualmente se aproximó para considerar todas las escalas.
Desde la calle y los edificios vecinos tomó vistas completas para observar las relaciones con el entorno inmediato. En fotos acompañadas de fichas con dibujos y comentarios, registró la construcción. Se acercó para examinar las relaciones entre los distintos elementos que dan forma al edificio en cada uno de sus espacios. Se acercó todavía más para detallar los materiales, las juntas, los acabados. Finalmente verificó los resultados de la obra terminada en fotografías que constituyen un claro manifiesto de los criterios de proyecto. Este registro exhaustivo revela sus intereses, sus preocupaciones constantes, el perfeccionamiento de sus métodos y las transformaciones de su obra en el tiempo.
First National City Bank 1954 – 1961.
«Este edificio fue el primero que proyecté en el Centro de Caracas. Sin mayor experiencia, durante su desarrollo me di cuenta de la importancia que el “diseño urbano” tiene en la Arquitectura»[5].
Vistas aéreas del emplazamiento durante su construcción.
La sede del First National City Bank está ubicada en la Avenida Norte 4 a pocos metros hacia el norte de la Avenida Urdaneta, una de las principales de la ciudad. La Avenida Urdaneta está a dos manzanas al norte de la Plaza Bolívar -plaza fundacional de la ciudad- y es el resultado de las demoliciones y ensanches que se llevaron a cabo en los años cincuenta. Fue inaugurada a finales de 1953, poco antes del encargo. En el entorno se encuentran varias edificaciones de valor, correspondientes a distintos períodos de la historia arquitectónica de la ciudad. De aquí la importancia que Sanabria le atribuye a la construcción del lugar desde esta obra temprana.
Vista aérea del emplazamiento al final de su construcción.
Banco Central de Venezuela 1959 – 1974.
El conjunto del Banco Central de Venezuela está ubicado en la manzana vecina al First National City Bank hacia el este y ocupa todo su frente hacia la Avenida Urdaneta. También está compuesto por dos volúmenes (un cuerpo bajo y una torre) pero esta vez separados y dispuestos en una plataforma que resuelve el desnivel de la parcela y los relaciona por medio de una terraza elevada sobre el nivel de la calle. El conjunto forma parte de una propuesta urbana que contempla la comunicación entre la Plaza Bolívar al sur y la Iglesia de Las Mercedes al norte, por medio del Bulevar Panteón.
Fábrica de Alimentos Heinz 1959 – 1961.
«Cuando me tocó ir a exponer el anteproyecto frente al presidente de la Compañía HEINZ en Pittsburg, viví una experiencia en extremo interesante. Antes habíamos tenido un almuerzo muy cordial, con una serie de personas involucradas en el asunto. Acto seguido se hizo la presentación, es necesario decir que era un mediodía frío y afuera nevaba con gran intensidad. Yo creía que todos, especialmente el Sr. Heinz, se dormirían durante mi presentación. […] No fue así, comencé proyectando fotografías del lugar pleno de sol, donde aprovechaba la sombra de los inmensos samanes como parte de la edificación del comedor de los empleados. Hubo mucho interés, nadie se durmió y fue todo un éxito por el contraste de la situación. […] Al finalizar el Sr. Heinz me felicitó y le pidió a Warner enviar el material a sus asesores (Skidmore, Owings and Merrill- SOM) para que dieran su opinión. Al cabo de unos días se recibió la respuesta sin observación alguna”[6].
El conjunto está compuesto por una gran nave de producción y una serie de pequeñas edificaciones para funciones administrativas y de servicio. Para el control del clima, Sanabria diseñó elementos que, como en los encargos anteriores, están adaptados a las características específicas del encargo: aberturas cenitales y «aletas» para la iluminación y ventilación natural como parte de la estructura metálica de la nave; galerías y espacios intermedios que regulan la incidencia solar y la temperatura en los edificios de servicios. Estos últimos son unas estructuras de concreto muy sencillas pero cuidadosamente diseñadas. Los cerramientos alternan muros y paredes de fábrica de ladrillo de singular belleza con ventanales estratégicamente ubicados para mirar hacia los jardines, donde Sanabria colocó grandes piedras del lugar a modo de esculturas.
En las fotografías de estas tres obras se pueden identificar tres etapas que corresponden a sucesivos períodos del desarrollo del proyecto. Una primera etapa de reconocimiento y comprensión del sitio. Una segunda de observación, registro y verificación de la construcción de la obra –acompañada generalmente de notas con dibujos y textos sobre el proceso-. Y una tercera que expone y explica los resultados en el edificio terminado. Las dos primeras incluyen incontables imágenes tomadas muchas veces muy rápidamente. Aunque no siempre están tan cuidadosamente elaboradas, los criterios de composición fundamentales son los mismos. Estos criterios no son diferentes de los que dan forma a la arquitectura, por el contrario, son parte esencial de su proceso de formalización. Ese valor instrumental de la fotografía de Tomás José Sanabria constituye, precisamente, su principal cualidad.
María Fernanda Jaua
Extracto del artículo de María Fernanda Jaua publicado en el primer volumen de la colección ART (Architectural Research Tribune), dedicado a Arquitectura, Ciudad y Fotografía. Imágenes cortesía de la Colección Tomás José Sanabria, Fundación Privada de Compromiso Urbano.
[1] LE CORBUSIER. Precisiones respecto a un estado actual de la arquitectura y del urbanismo. Primera edición. Barcelona: Editorial Poseidón, 1978. p. 23.
[2] LE CORBUSIER. Op. cit., p. 23.
[3] Ibid., p. 259.
[4] SANABRIA, Tomás José. «sanabria x sanabria», Tomás José Sanabria arquitecto [en línea]. Caracas, 2008. Consulta: 10 de mayo de 2016. http://tomasjosesanabria.com
[5] SANABRIA, Tomás José. Notas sobre el First National City Bank, inéditas, Caracas, Colección Sanabria, s.f.
[6] SANABRIA, Tomás José. Notas sobre la Fábrica de alimentos Heinz, inéditas, Caracas, Colección Sanabria, s.f.