Nuevo Teatro Municipal. Xátiva, Valencia. España
4,00 €
Impuestos incluidos
Arquitectos Ayala
Localización: Xátiva, Valencia
Fecha: 1997
Fotografía: Hisao Suzuki, Arquitectos Ayala
Formato | Archivo Pdf |
Páginas | 22 |
Idioma | Español |
Cuando convocaron el Concurso, subimos al Mont Sant junto a la antigua ciudadela para ver desde allí el solar. Desde el principio nos pareció que la parcela fue pensada para un teatro y sentimos un fuerte deseo de construirlo. La gran Alameda, o Albereda, divide el casco antiguo del resto de la ciudad. Con una gran diferencia de cotas entre la Albereda y la calle del fondo (6 m.), se adapta el graderío a los desniveles del terreno, tal como se hacía en los teatros clásicos. Al fondo, el edificio de las sociedades musicales.
El exterior de la parcela, a distintas cotas, contiene escalinatas, rampas, terrazas ajardinadas y espacios estanciales como prolongación del bar, desde donde pueden verse zonas del casco antiguo, las montañas o la propia ciudadela.
Un teatro a la italiana, con 800 butacas que se distribuyen en un graderío único, de manera que se puede llegar a cualquier localidad desde cualquier acceso, bien sea desde planta baja o desde plantas superiores. El aficionado al teatro va no sólo a ver la representación, sino también a estar, relacionarse antes y después, disfrutar de alguna exposición o, simplemente, charlar tomando algo en la cafetería. Sabíamos como proyectar y construir un teatro, en este caso, clásico y tradicional y, por eso, tratamos fundamentalmente, lejos de experimentar con formas que no suelen funcionar, de construir una gran sala única sin divisiones espaciales, que tuviera una audición lo más perfecta posible y una visibilidad total dentro de un edificio humano y confortable.
Por eso, todo nuestro tiempo lo empleamos en la implantación del edificio en la parcela. El trabajo del anteproyecto del Concurso fue colocar los edificios en el solar del tal forma que pareciera que estuvieran allí siempre y el paso de una calle a otra fuera de una forma natural, bajando tramos de escaleras o rampas, donde, en cada tramo, pudiera hacerse algo distinto: sentarse en un banco a leer, beber un refresco, charlar con un niño o un anciano del pueblo o, simplemente, pensar y descansar disfrutando del parque.
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