Ocio Peligroso. Introducción al Proyecto de Arquitectura

La enseñanza de la Arquitectura, a diferencia de otras titulaciones universitarias, se enclava en una Escuela, palabra que etimológicamente viene del término latino schola, que significa ocio. Y es que el ocio es uno de los fundamentos de la cultura occidental. Afirmación comprensible desde la disyuntiva ocio-negocio, y desde un planteamiento que identifica ocio con el trabajo intelectual.

Ocio entendido como una forma de ese callar que es un presupuesto para la percepción de la realidad, para intuirla y contemplarla. Ocio que implica silencio para entender el mundo y transformarlo desde dentro. Silencio que no se opone a la palabra, con la que se alía, sino la ruido de la arbitrariedad y del desorden.

Y es peligroso este ocio porque no se doblega dócilmente a los vientos de la moda y la conveniencia del neg-ocio. Por el contrario se encamina hacia una arquitectura con las manos atadas por el oficio (expresión de Josep Quetglas), que responde a las necesidades humanas concretas sin hacer exhibición de sí misma.