Polideportivo Ciutadella. Barcelona

El Plan Director del Parque de la Ciudadela destinaba un área significativa para la ubicación de un equipamiento deportivo. El solar escogido para situar el equipamiento, junto a la entrada al parque desde el Paseo del Marqués de la Argentera se alineaba con el conjunto de edificios que constituyen la fachada del parque de la Ciudadela hacia el Paseo Picasso: el antiguo restaurante de la Exposición Universal de 1888, actual Museo de Zoología, obra de Lluís Domènech i Montaner; el Hivernacle, de Josep Amargós i Samaranch; el museo de Geología y Ciencias Naturales de Antoni Rovira i Trias y por último el Umbracle, de Josep Fontseré i Mestres. El proyecto original del Parque de la Ciudadela redactado en 1873 por el mismo Fontseré, ya preveía la construcción de un edificio junto a la Puerta de Marqués de la Argentera, que no llegó a realizarse.

El programa contemplaba la construcción de un polideportivo de aproximadamente 4.300 m2 que reuniera en sus instalaciones una cancha de baloncesto cubierta reglamentaria, una cancha polideportiva exterior, una piscina cubierta, una piscina al aire libre, un gimnasio divisible en varias salas y los vestuarios y servicios correspondientes.

Nuestro objetivo principal fue asimilar la escala del polideportivo a la de los otros edificios del Parque de la Ciutadella que como el nuestro se constituían en fachada hacia el Paseo Picasso. Para ello en lugar de distribuir los 4.500m2 del programa en una sola planta, agrupamos los diferentes usos en altura hasta ocupar en planta tan solo 750m2 y a la vez no rebasar los 14 metros, una altura inferior a la de los edificios del entorno e incluso más baja que la del arbolado circundante.

Para ello los usos principales, pista deportiva, piscina y vestuarios se sitúan en una planta enterrada unos 3.5 metros por debajo del nivel del parque. En la planta baja, a cota de calle, se sitúa el vestíbulo general y el control de entrada para las plantas restringidas a usuarios. Asimismo, desde ella y de forma abierta se puede acceder a las gradas de la pista deportiva y permite una conexión a través del edificio entre el Paseo Picasso y el Parque de la Ciudadela, tal y como ocurre en el Hivernacle. La planta primera la ocupan las salas polivalentes de gimnasia y fitness y la planta segunda concentra el resto del programa que requiere este tipo de equipamiento (centro médico, instalaciones etc.) además de incorporar una piscina exterior, con sus correspondientes servicios. Durante la redacción del anteproyecto se localizaron en el solar, mediante catas e infografías, a 5 metros de profundidad respecto al nivel del parque, restos de los muros de la antigua Ciudadela erigida por Felipe V en 1714. Su calidad arquitectónica y su valor arqueológico nos hicieron adaptar el proyecto a la forma de los muros y proporcionarles la posibilidad de hacerlos visibles y visitables, al menos en la zona de la piscina.

Exteriormente el edificio, al igual que ocurre con los demás del paseo Picasso, actúa como cierre del Parque, sentando además las bases de la futura valla del Paseo de Circunvalación. Por ello la planta baja se cierra con vidrio, buscando el máximo de transparencia entre calle y parque. El resto de plantas alterna los cerramientos acristalados con los macizos, según el uso interior. Finalmente parte del edificio se recubre con láminas de madera para protegerse del asoleo, mimetizarse con el arbolado y buscar un nexo en común con el Umbráculo de la Ciudadela.