Gran Casino Costa Brava en Lloret de Mar. España

El Gran Casino Costa Brava se ubica en los antiguos jardines del Gran Hotel Monterrey, en el centro de Lloret de Mar (Girona), y plantea el complejo como un conjunto que emerge del suelo y en el cual se distinguen tres niveles. El proyecto sale a la superficie en continuidad con los jardines del Hotel Monterrey, situados en la esquina entre la carretera de Tossa de Mar y el vial de acceso al hotel.

Por su configuración, casi enterrado, el casino se integra como parte del jardín del hotel y logra revitalizar la fachada sur del Monterrey, así como potenciar el frente urbano con una amplia zona lúdica y de servicios. El edificio se manifiesta hacia la vía pública, al tiempo que permanece oculto, convertido en topografía, desde el interior del jardín del hotel.

El casino surge bajo el manto vegetal de los jardines y se ofrece a la ciudad tanto por el carácter diferenciado de ambos lados de la parcela –privado y público–, como por la diferencia de cota entre la calle de acceso público y los jardines del hotel. La cubierta ajardinada amortigua el impacto visual del conjunto arquitectónico. Se entiende como una prolongación del espacio exterior existente y además protege al hotel de la contaminación acústica proveniente la carretera. El edificio consta de tres niveles bien diferenciados.

En la planta baja, se ubica el casino, distribuido en diversas áreas que forman parte del mismo espacio principal. Esta planta comprende las zonas de máquinas, sala de juegos y de fi estas, espacio expositivo, zonas VIP, restaurante, servicios, cocinas, almacenes y guardarropía, así como las áreas de administración y seguridad. La planta primera, que vuela sobre la entrada del casino generando una grandiosa y profunda marquesina, aloja un espacio multifuncional para auditorio, palacio de congresos y usos municipales con capacidad para mil personas sentadas.

Además, este nivel cuenta con un gran foyer abierto al exterior, los servicios y las oficinas de gestión del casino. Sobre ella, la cubierta de uso privativo tanto del hotel como del casino, extiende el espacio ajardinado por medio de un manto verde poblado de especies locales de bajo mantenimiento. Tres plantas bajo rasante se destinan principalmente a aparcamiento para 450 plazas, instalaciones y a espacios subsidiarios del casino.

Los planos quebrados que conforman las fachadas son, en su mayor parte, de hormigón armado negro coloreado en masa y encofrado con machimbrado de tablillas de pino. La planta, que acoge el espacio polivalente, queda delimitada por una serie de planos quebrados de hormigón que aluden a la tectónica del terreno del que surgen.

Los planos que cierran el espacio del vestíbulo del auditorio están formados por una celosía de maya metálica y una cortina de luminarias suspendidas que forman una gran pantalla digital gestionada por un sistema informático centralizado capaz de crear cambiantes en función de la actividad del casino. La sala de juego tiene la impactante presencia de una iluminación suspendida, luz difusa y dorada que proviene de una estructura de cornisas dispuestas en red.