Hospital de Puyo, Ecuador

El Hospital Paramétrico nace como respuesta a dos preguntas que surgieron durante el desarrollo de un proyecto de investigación que se realizó en colaboración con la empresa Makiber S.A. El proyecto consiste en el diseño de un modelo de hospital que debe resolver las necesidades de eficiencia, austeridad, flexibilidad y de urgencia que percibíamos como necesarias en muchos países, y que tenían la necesidad de construir o reforzar su red de infraestructura sanitaria. ¿Era posible diseñar, construir y equipar un hospital en lugar de en 3 años, como es habitual, en tan solo uno?, y en caso de ser posible ¿era realmente necesario? El análisis de la realidad sanitaria de distintos países nos enseñó que conseguir que un hospital esté construido, funcionando y prestando servicios sanitarios dos años antes de lo habitual equivalía a reducir la terrible realidad de pérdida de vidas causada por no disponer de una red asistencial suficiente.

El Hospital Paramétrico aspira a ser una herramienta como la llave inglesa: en lugar de tener que utilizar una herramienta específica a medida para cada situación, es capaz de adaptarse a cualquier métrica.

El proceso consistió en definir una serie de reglas, métricas y estrategias que debían ser comunes a todos los equipamientos sanitarios para garantizar su correcto funcionamiento: aquellos parámetros que correctamente combinados permitieran su personalización desde el inicio, así como la adaptación a futuros cambios. Se parametrizó la organización y ubicación de los pasillos en función de su uso, la métrica de la trama y de las naves, la modulación de fachada, las estrategias para las futuras ampliaciones, los viales, ubicación y jerarquización de los accesos, la localización de las galerías de instalaciones, y otras reglas que permiten el inicio de la obra con tan solo la definición del plan funcional genérico, lo que facilita solapar parte del diseño con la construcción. Esta experiencia convirtió al Hospital de Puyo en un referente.

Tal metodología obtuvo una patente en 2016, la primera conocida en el ámbito de la arquitectura, y el premio FAD Internacional en 2016, además de otros importantes reconocimientos. Técnicamente, el Hospital del Puyo está compuesto por 21 naves de planta baja decaladas entre sí, con cubiertas a dos aguas, y conectadas por dos pasillos principales: uno técnico y otro público, que al atravesarlos de manera longitudinal especializa dichas naves en tres tipologías: aquellas que por sus condicionantes funcionales solo necesitan acceso desde el pasillo público, las que lo necesitan solo desde el técnico y las que necesitan el acceso desde ambos pasillos.

Esta organización en naves permite que todas las estancias del hospital, sin excepción, dispongan de iluminación y ventilación natural gracias a los patios que se intercalan entre las edificaciones, garantizado una gran eficiencia energética desde el punto de vista de la iluminación y la climatización, además de un gran confort para el usuario.