25+30 Viviendas, Garajes y Locales. Bilbao, España
3,00 €
Impuestos incluidos
De Lapuerta + Asensio Arquitectos
Localización: Bilbao
Fecha: 2007
Fotografía: Miguel de Guzmán y Marta Renom
Formato | Archivo Pdf |
Páginas | 16 |
Idioma | Español |
El tercer proyecto en la capital vizcaína estará terminándose para cuando se publiquen estas líneas. En el centro urbano, frente al puente de San Antón, en Bilbao la Vieja, justo por donde doblaba el Camino de Santiago. El optimismo en arquitectura proviene, en ocasiones, de sentirse muy afortunado por las oportunidades que uno ha tenido. Ésta ha sido una de ellas. La posibilidad de diseñar las dos fachadas enfrentadas de una calle de nueva creación en un casco histórico, de decidir volumetrías y cornisas y de plantear cómo esa calle, extraordinariamente inclinada, se ofrece como prolongación del histórico puente de San Antón, era un desafío afortunado; un proyecto divido en dos y prefijado a su vez en sus traseras por la complejidad geométrica de las medianeras de varios edificios existentes.
Las dos piezas objeto del concurso mantienen una relación de referencia asimétrica y no mimética. Inventan la ciudad y esculpen la calle. La fuerte pendiente de la calle entre los bloques facilita, al igual que en el proyecto de Mina del Morro, la situación y acceso a garajes y locales, igualmente en este caso revestidos de hormigón prefabricado. La decisión de hasta dónde llega la alineación roja y dónde empiezan los volúmenes retranqueados de azulejo, que tienen vocación de desaparecer en los días grises de la capital, era una decisión escalar. Los volúmenes grises, que han ido cambiando durante todo el proceso, tenían algo de construcción provisional suspendida en un determinado instante. Los desfases en cornisa responden por una parte a las pendientes, pero por otra también nos recuerdan la división de la propiedad en los cascos históricos.
Los áticos son una oportunidad expresiva, mientras que la estructura y el ritmo de toda la fachada de prefabricado rojo es atemporal, flexible. Siempre hemos pensado que esas fachadas que explican las cocinas por sus tendederos y las salas de estar por las terrazas, se encuentran en peores condiciones para favorecer cambios y adaptaciones que las que proponen una indiferenciación del perímetro exterior y una disposición periférica de los elementos comunes: la caja versus estuche de la que habla Paricio.
El acertar con el color y texturas de las fachadas se convirtió en una obsesión; pensábamos que dependía de ese acierto el proyecto y sus diálogos futuros con el barrio y las preexistencias. El color del ladrillo rojo-naranja de algunos edificios públicos de más de un siglo de antigüedad cercanos hizo prolongar el proceso de prueba-error hasta el día anterior del ultimátum necesario para cumplir plazos. Prefabricados rojos con colorante hasta saturación, espolvoreo de polvo de óxido antes del hormigonado y con gomas rayadas como fondo del molde. Fijación del color. El rayado de las gomas va alternándose (vertical-horizontal) buscando, cuando las distintas luces de Bilbao, a las distintas horas, incidan sobre ellas, un efecto de fachada cambiante, siempre diferente. Prefabricados gris en zócalos con chorro de arena y antipintadas que modifica ligeramente su color, azulejo gris brillo en fachadas y cubiertas de áticos, adherido y rejuntado con mortero con plastificantes a base de látex.
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