Dentro de la publicaión TC 119/ 120- McCullough Mulvin Architects. 2004- 2015 podemos encontrar una reconstrucción metafórica de dos viajes y cuatro encuentros a lo largo de dos años, es mucho más que una entrevista. Las conversaciones y las visitas son reales aunque es posible que no sucedieran en el orden que son descritas. Alfonso Díaz y Ricardo Meri recogen las valiosas impresiones de Valerie Mulvin, Niall McCollouh y Ruth O’Herlihy en la ciudad donde germinan sus proyectos, Dublín
Parte I: Dublín.
Aeropuerto de Dublin; 9:00 pm. El avión ha aterrizado y una musiquilla tonta anuncia que hemos llegado puntuales, como de costumbre. Es un alivio para estar seguro de que vas a llegar con la línea aérea más puntual de Europa. El viaje está programado minuto a minuto y esperamos que sea muy intenso, por lo que la última cosa que queremos es comenzar con un retraso. No hemos visto a Valerie y Niall desde nuestra primera reunión en Barcelona, hace unos meses, y la idea de un viaje por Irlanda para conocer de primera mano su trabajo ha ido creciendo con fuerza en nuestras mentes desde entonces. Esta experiencia será un punto final feliz a más de diez años siguiendo la trayectoria McCulloug-Mulvin en la distancia; casi doce años esperando el momento adecuado para hacerlo, tanto el viaje como el número monográfico.
Niall y Valerie nos esperan a las puertas de la terminal, y aunque es bastante tarde para cenar aquí, nos llevan al muelle oeste del Puerto de Howth, para tomar algo en el lado norte de la bahía de Dublín. La forma en que nos explican la ciudad muestra cuán profundo es su conocimiento de la ciudad como consecuencia de su relación tanto personal como profesional con Dublín; hay un libro escrito por Niall sobre Dublin2 y su evolución que sintetiza este interés. La Guinness está muy bien tirada y acompaña perfectamente a la conversación.
Niall: (…) bien, hemos hablado de esto antes. La Cultura aquí no es arquitectónica; está totalmente relacionada con la palabra hablada, y la música, el teatro, la poesía y la literatura.
Alfonso: ¿Por qué crees que es así?
Niall: Hay razones muy fuertes. Existe una falta de interés intelectual de la mayoría de la gente en la cultura material, porque pertenecía a otro país. Lo mismo sucede con el lenguaje, los irlandeses usan el Inglés de una manera surrealista ya que no están realmente utilizando el lenguaje, sino jugando con las palabras. La cultura material no ha generado interés entre la población porque la siente como ajena. Así que se centraron en cosas que
no tienen peso, como la música y la literatura …
Valerie: Cosas que se pueden llevar con uno mismo y no pueden ser destruidas.
Niall: … y la literatura en particular; todas las grandes cosas tienen que ver con las personas y la cultura individual. Hubo un grupo de grandes escritores en un momento determinado, al final del siglo XIX y principios del XX, que provocó un cambio cultural importante y estableció un cierto sentido de lo que era la cultura irlandesa. La arquitectura, sin embargo, ocurría al margen de todo eso.
Ricardo: Pero, ¿ocurre igual en el campo o es algo que sólo pasa aquí en Dublín?
Niall: Oh no, es aún más fuerte en el campo.
Valerie: Creo que existe la sensación de que la tierra, la tierra real, finalmente, pertenece al pueblo, y lo que cada persona decide individualmente es lo correcto, lo que significa que la planificación a largo plazo o tener amplitud de miras es realmente difícil porque desafía el derecho de cada individuo a hacer lo que quiera en su pedazo de tierra. Aunque esto está cambiando.
Niall: A principios del siglo XX la población se redujo a la mitad porque mucha gente emigró a América Probablemente fue el mayor problema en cuanto a la cultura material en el país; de repente teníamos demasiados edificios, mientras que en el resto de Europa se necesitaban más. Pero en los últimos 30 años la población aumentó
de nuevo y se ha llenado el campo con casas individuales en todas partes. La gente está contenta con eso, pero visualmente es un desastre, y también en términos de sostenibilidad, el agua, el transporte…
Valerie: Pero la casa de campo representa una familia.
Alfonso: ¿Así que no hay un sentido de colectividad?
Niall: No, definitivamente no. Pero, el lado positivo es que hay una cultura interesante por esa razón, de manera diferente a otros países… y los libros son parte de eso; una de las razones por las que hemos hecho los libros fue esencialmente entender dónde estamos.
Ricardo: ¿Así que es una manera de comunicar y no perderse completamente?
Valerie: Sí, correcto. Y, de hecho, creo que la gente se relaciona más fácilmente ahora con las cosas del pasado …
Dublin, Molesworth Street; 9:00 am. A la mañana siguiente nos levantamos temprano y después de un frugal desayuno damos un paseo hasta la oficina de McCullough Mulvin. Nuestro hotel está cerca de Trinity College e igualmente cerca de su oficina, que se encuentra en los dos últimos pisos de un edificio antiguo, justo encima de la galería de arte de Sotheby local. Después de ser recibidos por Valery y Niall, nos encontramos con Ruth y también nos presentan al resto del equipo. Café y té recién preparados nos aguardan para proseguir la conversación.
Alfonso: Ruth, ¿cuándo empezaste a trabajar con Niall y Valerie, y cómo fue?
Ruth: Cuando volví a Irlanda desde Holanda tuve muchas ofertas, porque había mucho trabajo en aquel momento. Me interesaba el trabajo de Niall y Valerie así que empecé a trabajar con ellos en enero 1999. Cuando llegué percibí la adecuada combinación de energía y arquitectura, así que pronto supe que me iba a quedar para una larga temporada. Empecé a trabajar en la biblioteca Ussher, y mi primera dirección de obra fue la Galería de Arte en Sligo.

Dublin, Trinity College; 11:00 am. Algunos de sus edificios están muy cerca de la oficina. Nos esperan tres intervenciones en el Trinity College, y después de un paseo para ver el edificio de oficinas Lincoln Place, también una visita extraordinaria al Hospital Dental, ubicado en el extremo oeste del campus.
Valerie: Creo que la biblioteca Ussher trata de construir un campo de juego que va desde la parte posterior de la biblioteca Berkeley hasta la calle. Luego colocamos tres elementos sobre este podio –la torre de libros, la sala de lectura y el laboratorio de restauración– cuidando la relación entre ellos y con el resto de edificios del campus. La luz enlaza los tres elementos, como un atrio acristalado o un espacio abierto con pasarelas.
Niall: Es como un río con tres rocas con la forma que el agua ha moldeado…
Ruth: La posición de los bloques crea dos pequeñas plazas con lucernarios para iluminar el basamento inferior.
Valerie: El cerramiento también refuerza la lectura de los volúmenes y deja entrar la luz al interior, creando diferentes ambientes para leer o reunirse.
Ruth: …y también la geometría del lugar nos permitió ajustar la idea al contexto y las preexistencias.
El conjunto arquitectónico del Trinity College posee un equilibrio sorprendente entre los edificios históricos y los nuevos. Es la primera vez que Alfonso lo visita, pero yo estoy tratando de poner al día mis recuerdos de este lugar 25 años atrás. La visita a la biblioteca Long Room los libera de repente y me doy cuenta de los cambios ocurridos, la mayoría de ellos por el trabajo de McCullough Mulvin.
Valerie: En el Hospital Dental, tomamos la decisión de cortar pequeños vacíos en el núcleo del edificio para iluminar y definir una serie de conexiones horizontales. La luz genera la circulación y nos permite crear un espacio unificado por un carácter material. Aunque las fotografías dan una idea, la experiencia de caminar a través de dichos espacios es difícil de transmitir, las imágenes y los dibujos no pueden describir la intensidad real de espacio…

Niall: Estoy totalmente de acuerdo. Si piensas por ejemplo en el Long Room Hub del Trinity College, la secuencia completa de llegar a la escalinata, pasar por el gran acceso cubierto, luego por un pequeño espacio seguido de un vacío más grande y después de eso nuevamente un techo bajo… es una forma sorprendente de entrar en el edificio y comprenderlo.
El Hospital Dental es uno de esos pequeños grandes proyectos que solo se comprenden una vez dentro. La operación es en cierto modo una cirugía de precisión que revela espacios increíbles en un lugar inesperado a través de la sección. De repente, la estructura espacial del conjunto de edificios se ha cambiado de la habitual, perpendicular a la calle, a una secuencia longitudinal que cose el interior de los edificios.
Valerie: Una particularidad de los edificios georgianos de Dublín es la intensidad del trabajo decorativo en su interior. Se puede ver cómo vive la gente y constituye una maravillosa vista de lo que hay detrás de estas fachadas de ladrillo lisas, un mundo barroco y exótico.
Niall: Dublín fue una ciudad de invierno.
Valerie: Hoy en día ha cambiado la forma en que vivimos y queremos trabajar, la gente mezcla ambas cosas. Pero el gran reto para Dublín sigue siendo cómo las familias van a vivir en la ciudad: sino pueden encontrar viviendas suficientemente grandes. La cuestión es cómo vamos desarrollar la ciudad a fin de hacer apartamentos decentes.
Niall: Dublín es una ciudad tipológica, es hermosa, pero es siempre igual. Puede ser pequeña o grande, pero siempre es la misma experiencia espacial. Por eso el desafío arquitectónico es cómo lidiar con la diversidad dentro de la igualdad. Y de hecho la gente busca aquello que es original del lugar.
Valerie: Tiene que ser con la autenticidad.
Dublin; tarde. El programa de hoy se cerrará con otra tarde de conversación en la oficina para preparar la ruta de los próximos días por la isla, y una maravillosa cena casera irlandesa acompañada de un poco de vino tinto español. Todavía nos quedan algunas fuerzas para dar un paseo alrededor de Temple Bar y sorprendernos tanto por el ambiente como por las intervenciones en esta zona de la ciudad.
Alfonso Díaz y Ricardo Merí