La Casa Consistorial de Valverde de Campos, obra de Óscar Miguel Ares, es un ejemplo paradigmático de la arquitectura comprometida con el medio rural y la lucha contra la despoblación. Lejos de ser un simple edificio administrativo, este proyecto pretende y consigue ser, sobre todo, un espacio de encuentro para la comunidad.
La arquitectura, más allá de su función práctica, puede ser un acto de conexión y fortalecimiento de comunidades. Óscar Miguel Ares demuestra esta filosofía en toda su obra incluido este edificio público. Este proyecto, no solo sirve como sede municipal, es realmente un espacio multifuncional que une a la comunidad a través del diseño arquitectónico y la elección consciente de materiales.
El enfoque multifuncional
La Casa Consistorial va más allá de su papel administrativo, albergando un Teleclub, Cafetería, Centro médico y Centro de atención a mayores. Este enfoque multifuncional no solo optimiza el espacio sino que también refleja la comprensión de Óscar Miguel Ares sobre las diversas necesidades de una comunidad. La arquitectura se convierte así en un catalizador para la interacción y el cuidado mutuo.
Conexiones urbanas innovadoras
Una de las características distintivas de la Casa Consistorial es su concepción como una calle con soportales. Ares resuelve un desafío urbano al conectar un espacio en fondo de saco con la plaza mayor, creando un recorrido interior que se desarrolla a través de calles y una plaza intermedia. Este diseño no solo es estéticamente atractivo, sino que también fomenta la interacción social y proporciona una nueva dimensión al tejido urbano de Valverde de Campos.
Arquitectura al servicio de la comunidad
Siguiendo la visión de Ares, el edificio va más allá de su función básica y se convierte en una pequeña ciudad en sí mismo. Este enfoque, influenciado por la filosofía de Aldo Van Eyck, refleja la creencia de Ares en que la arquitectura debe ser más que una estructura física; debe ser un espacio que respire vida y comunidad. La Casa Consistorial se convierte en un lugar dinámico, donde las puertas de los distintos usos se abren hacia una pequeña plaza, fomentando la vida en común.
Identidad local y materiales sostenibles
La elección de la piedra calcárea local como protagonista tectónico de la obra no es solo una cuestión estética; es una declaración de identidad y arraigo. Ares no solo utiliza materiales locales, sino que también los selecciona de los alrededores del pueblo, fomentando la economía de proximidad y la conexión con la historia del lugar. Además, la madera y el hormigón lavado se suman a la paleta de materiales, manifestando la voluntad del edificio de navegar entre la tradición y la modernidad.
El impacto social y la lucha contra la despoblación
En un contexto más amplio, la construcción de un equipamiento como la Casa Consistorial adquiere una dimensión social significativa. En las regiones menos pobladas de España, proyectos como este no solo ofrecen servicios esenciales, sino que también se convierten en un ancla contra la despoblación. Ares demuestra que la arquitectura puede ser un motor para la esperanza y el arraigo, proporcionando a las comunidades rurales una base para el florecimiento y la resistencia frente a la pérdida de habitantes.
Obra de Óscar Miguel Ares
Para comprender las claves de este proyecto, es necesario adentrarse en la particular visión de la arquitectura que defiende Óscar Miguel Ares. Su obra se caracteriza por un profundo respeto por el entorno y el patrimonio local, buscando siempre una integración armoniosa entre lo nuevo y lo preexistente.
La Casa Consistorial en Valverde de Campos es una manifestación clara de su particular filosofía arquitectónica. Ares nos recuerda que la arquitectura puede ser una fuerza estabilizadora y un reflejo de la identidad y valores locales. Su obra en general, y esta en concreto, va más allá del mero edificio; es un testamento a la capacidad transformadora de la arquitectura cuando se aborda con visión y sensibilidad.
