Allied Works Architecture: El trazo que construye el lugar.

Quien recibe una idea de mí, recibe él mismo la instrucción sin disminuir la mía; como quien enciende su vela en la mía, recibe la luz sin oscurecerme[1].

Mi primer encuentro con la arquitectura de Allied Works fue puramente casual cuando cayó en mis manos un ejemplar de la revista Architecture[2] mientras trabajaba en el estudio de Eduardo Souto de Moura.  Aquel número de junio de 2000 mostraba la reconversión del almacén en Portland para la agencia Wieden + Kennedy y me supuso una revelación de lo que la Arquitectura podía llegar a ser y, sobre todo, de lo que podía dejar de ser. Como decía aquella canción: “I’ve seen the future and it will be. I’ve seen the future and it works[3]; la intervención de AWA funcionaba y anticipaba lo que debía ser el futuro de la arquitectura si esta quería volver a dar servicio a las personas. O como lo expresaban en el número de la revista Architecture: “This is better than new. It’s architecture”.

Sede de Wieden+Kennedy. Diagrama del marco sísmico de hormigón

Esta obra muestra unos valores que son aquello que veinte años después queremos que la arquitectura sea: sostenible, transformable y capaz de crear comunidad. Posiblemente por ese motivo, a pesar de ser la más pretérita de las obras de Allied Works que mostramos en la monografía, sigue siendo absolutamente vigente y contemporánea. Kenneth Frampton[4] la conectaba, en tiempo pasado, con el Larkin Building de Frank Lloyd Wright y con la Central Beheer de Herman Hertzberger. Yo, me voy a permitir vincularla, conjugando en futuro, como un sumatorio de las cualidades de las obras gandoras de los recientes premios Mies van der Rohe de Arquitectura Europea de Grafton y Lacol.

Sede de Wieden+Kennedy. Atrio durante una presentación

Cuando comencé a colaborar como editor para la revista TC Cuadernos, continué siguiendo la trayectoria de AWA, fundamentalmente a través de su propia página web, que por aquel entonces era extraordinariamente innovadora y estaba pensada conceptualmente como un reflejo de su manera de hacer arquitectura. Uno de los trabajos que me cautivó en aquellos años fue el estudio para la fachada del Museo de Arte de Seattle, que llevaba a una nueva dimensión el tema aparentemente agotado de la fachada de muro cortina, demostrando que aún quedaban muchas cosas por hacer. Desde entonces, hemos estado esperando el momento adecuado para editar este número y poder mostrar el trabajo de uno de los más singulares e interesantes equipos de arquitectos de Norteamérica, que va a ser el número 156 de la colección TC Cuadernos.  Voy a tratar de resumir brevemente algunos aspectos esenciales de su trabajo.

Dibujos y fachada del Museo de Arte de Seattle

Uno de los aspectos fundacionales de Allied Works es la misma elección que hace Brad Cloepfil del nombre del estudio, evitando la tradición establecida de la personalización de la arquitectura en su cabeza visible y pública. El nombre traslada el peso a los trabajos, tanto como resultado como acción llevada a cabo de manera conjunta por un equipo. Del latín alligare, aliar es unir personas para un mismo fin, en este caso la producción de la arquitectura, o como ellos mismos se presentan: “una comunidad de creadores, amigos y compañeros que comparten la pasión por el diseño y, al mismo tiempo, el avance de nuestro bienestar social y medioambiental, unidos por una ética de curiosidad ilimitada y un compromiso poco común para crear obras bellas, conmovedoras y significativas[5].

Podemos definir proyectar como el instrumento que permite a la arquitectura realizar un viaje sucesivo de la realidad a la abstracción y de nuevo a la realidad. Es decir, del espacio abstracto al lugar concreto y significativo. Proyectar es pasar de la teoría a la práctica. Es trazar ese viaje circular entre el espacio (entidad abstracta fuera del tiempo) y el lugar (existencia concreta y experimentable) a través de su posicionamiento temporal por medio de la memoria, tanto personal como colectiva (cultura). Ese tránsito entre el pensamiento abstracto y su adecuación al lugar es, precisamente, una de las esencias del trabajo de AWA, y donde se mueven con maestría. Entre sus fundamentos se encuentra la idea de enraizar la arquitectura en el lugar, haciéndola crecer para que transforme el contexto, enfatizando lo que existe y convirtiéndolo en algo nuevo y mejor[6].

Bodega Sokol Blosser. Boceto de implantación

No es casual que entre sus obras más destacadas estén numerosos museos. Su trabajo conecta con el arte a tres niveles: el cultural, el pensamiento teórico y el propio proceso creativo. De esa manera, sus espacios expositivos se conforman como lugares rituales perfectamente adaptados a lo que van a contener. Una muestra perfecta de este diseño específico se observa en el Museo Clyfford Still, donde la inmediatez y la intimidad necesarias para garantizar las condiciones ideales de visualización se consiguen mediante el estudio de las proporciones y el aprovechamiento de las condiciones de la luz natural del lugar[7].

Museo Clyfford Still. Interior de las salas

Para AWA, el proceso de trabajo va más allá de lo instrumental y establece un pensamiento teórico. La investigación es para ellos un ritual fundamentado en el hacer, que tiene por objetivo trascender las fronteras de la arquitectura. La curiosidad es el motor último de las decisiones, que en numerosas ocasiones se construyen a través de parejas de opuestos: cerrado y abierto, luz y oscuridad, pulido y rugoso. El significado de un trazo, de una maqueta, de una decisión material es fruto de la iteración de un proceso que busca el efecto exacto, la respuesta precisa a la pregunta que se están haciendo en cada momento.

Su trabajo habita en la intersección entre arquitectura, escultura y dibujo. Buena prueba de ello son los innumerables bocetos y maquetas que suponen, per se, un cuerpo de pensamiento identificable que ha sido expuesto de manera independiente[8]. En alguna ocasión han definido su trabajo como una taxonomía de actividades rudimentarias: excavar, pulir, plegar, moldear, quemar, etc. En esencia, una recuperación de las habilidades manuales propias del oficio adaptándolas a los procesos contemporáneos de creación.

Centro Nacional de la Música de Canadá. Maqueta conceptual nº1 (2007)

Pero, además, ese proceso es resultado de un compromiso y una ética del trabajo realizado en comunidad. Y esa misma noción de comunidad la trasladan tanto a su concepción de los espacios públicos como a los lugares de trabajo y al tercer pilar de su producción arquitectónica, la decena de viviendas construidas en diversos contextos y localizaciones. Como explica Brad Cloepfil: “Un verdadero hogar crea un lugar de referencia y regreso (…). Cuando todo lo demás está en movimiento, aspiramos a conectar con algo que perdure (…). Y las casas se convierten en recipientes para los rituales de ocupación”[9]; porque su noción de habitar se entiende como una manera de atarnos al mundo.

Casa de huéspedes en el condado de Dutchess. Maqueta conceptual en madera laminada y acero

En este número, Allied Works ha asumido además el compromiso de mostrar los dibujos técnicos que permiten la construcción de sus obras conforme al espíritu habitual de nuestras monografías. El resultado es un delicado y elegante equilibrio de todas las fases de creación de su arquitectura, que se muestra de una manera que confiamos que sea tan fascinante para el lector como lo han sido para nosotros los más de cuatro años dedicados a la preparación del libro.

Residencia Portland Heights. Detalle de ventana en pabellón de invitados

[1] Thomas Jefferson en una carta a Isaac McPherson del 13 de agosto de 1813.

[2] Architecture. Vol. 89, nº 6, junio 2000. BPI Comunications Inc. New York. (ISSN 0746-0554).

[3] Prince. “The Future”, Batman soundtrack, Warner Bros. 1989.

[4] Kenneth Frampton. “Between space, structure and surface: The emerging discourse of Allied Waorks” en: Occupation. Allied Works Architecture. Hatje Cantz Verlag and Gregory R. Miller & Co., Ostfildern / New York, 2011. (ISBN 978-3-7757-2838-6)

[5] https://alliedworks.com/about

[6] Brad Cloepfil. “Occupation: Part Two” en: Occupation. Allied Works Architecture. Hatje Cantz Verlag and Gregory R. Miller & Co., Ostfildern / New York, 2011. (ISBN 978-3-7757-2838-6)

[7] Ver: Dean Sobel, “Introduction”, en: Allied Works Architecture. Clyfford Still Museum. Hatje Cantz Verlag, Berlín, 2013. (ISBN 978-3-7757-5157-5).

[8] Brad Cloepfil / Allied Work Architecture. Case Work: Studies in Form, Space, and Construction. Metropolis Books, New York, 2015. (ISBN 978-1-938922-79-4).

[9] Brad Clopefil, “Land, Light, and Craft”, en: Dwelling. Allied Works Architecture. Rizzoli, New York, 2017. (ISBN 978-0-8478-6032-6).

Autor

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Ricardo Merí de la Maza

Doctor Arquitecto. Editor en la revista TC Cuadernos