El XII Premio de Arquitectura Secil se concede por primera vez «ex aequo» a los arquitectos Aires Mateus y a Menos é Mais.
Por primera vez, el XII Premio de Arquitectura Secil ha sido otorgado a dos despachos de arquitectura. Por un lado, a la Sede EDP en Lisboa de los arquitectos Aires Mateus. Y, por otro, al Centro de Artes Contemporáneas Archipiélago, en las Azores, obra de Menos é Mais con la colaboración de João Mendes Ribeiro.
Este premio, reconocido como referencia en la arquitectura portuguesa, se concede desde 1992 y tiene como objetivo distinguir la excelencia en la arquitectura nacional. El jurado del concurso fue presidido por José Neves, ganador de la edición anterior del premio para la Escuela Básica Francisco de Arruda, en Lisboa. Así expresaba la decisión del jurado:
«Por primera vez, se ha otorgado el premio ex aequo a dos edificios. Seleccionados entre 12 obras finalistas de arquitectura de calidad ejemplar portuguesa entre más de 80 proyectos.»
El jurado ha valorado que la arquitectura tanto de Aires Mateus como de Menos é Mais responde notablemente a sus propias circunstancias. Prestan mucha atención al contexto y guardan o rehacen lo que encontraron mejor en él. Por un lado, el recuerdo de boqueirões y la relación transversal entre la ciudad y el río, en el caso de EDP. Y por otro, la ruina de una antigua fábrica de alcohol, en el caso del Archipiélago.
El documento señala que ambos edificios hacen que «los sistemas estructurales sofisticados o los complejos procesos de construcción y rehabilitación parezcan simples». Añadieron que las dos obras «llevaron lejos las posibilidades constructivas, estructurales y formales del hormigón». El hormigón blanco prefabricado, en el caso de EDP. Y el hormigón negro de lava ejecutado in situ, en el caso del Archipiélago. Y que ofrecen «sorprendentes espacios de convivencia colectiva, en continuidad con los tejidos en los que se insertan, sin dejar de transformarlos de manera positiva y profunda.»
El jurado estaba compuesto por: João Carlos dos Santos (Ministerio de Cultura) y Ricardo Carvalho (Asociación Internacional Críticos de Arte). Junto con João Rodeia (designado por Secil) y Manuel Correia Fernandes (designado por la Orden de Arquitectos).
Esta fue la nota de prensa donde los despachos Aires Mateus y Menos é Mais junto con João Mendes Ribeiro se proclamaban como vencedores:
Dada la larga duración del período cubierto por la presente edición del Premio (2012 a 2016) y la calidad de estas obras, el Jurado decidió distinguir dos obras ex aequo:
El Centro de Artes Contemporáneas Archipiélago, en Ribeira Grande por João Mendes Ribeiro en colaboración con Francisco Vieira y Cristina Guedes (Menos e mais). Y la Sede de EDP en Lisboa, por Manuel Aires Mateus y Francisco Aires Mateus (Aires Mateus).
El trabajo de arquitectura siempre responde a circunstancias específicas que son geográficas, topográficas, urbanas, históricas, técnicas, económicas, políticas, programáticas y cuturales, entre muchas otras. La Sede de la EDP y el Archipiélago responden a circunstancias completamente diferentes. Contienen una gran cantidad de posibilidades para la construcción y organización de las ciudades y territorios, en la medida en que:
El archipiélago es una obra pública que nace de un edificio existente siendo un proyecto de tamaño medio y abierto permanentemente a la población. La EDP es una obra privada, de nueva construcción y de gran dimensión para una de las mayores empresas que operan en Portugal.
La arquitectura de cada una de estas obras responde notablemente a sus propias circunstancias prestando atención al contexto: La ruina de una antigua fábrica de alcohol, en el caso del Archipiélago. Y la relación transversal entre la ciudad y el río, en el caso de EDP.
Ambos llevan lejos las posibilidades constructivas, estructurales y formales del hormigón. El hormigón blanco prefabricado, en el caso de EDP y el hormigón de lava negra ejecutado in situ , en el caso del Archipiélago.
Además traducen las áreas construidas respectivas en implementaciones y volúmenes con escalas apropiadas, mientras suponen, en ambos casos, una presencia clara. Y ofrecen espacios sorprendentes para la vida colectiva, en continuidad con los tejidos en los que se insertan, mientras los transforman positiva y profundamente. Las dos obras declaran, en cada paso, que toda la arquitectura debe ser pública.
Lisboa, 8 de enero de 2020
José Neves, João Carlos Santos, Ricardo Carvalho, João Belo Rodeia y Manuel Correia Fernandes.
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