Auditorio y Palacio de Congresos en Águilas
Barozzi & Veiga
Formato | Archivo Pdf |
Páginas | 16 |
Idioma | Español, Inglés |
La dualidad del auditorio surge de la contradicción del emplazamiento donde se sitúa – entre la belleza del paisaje litoral y la dureza y heterogeneidad del contexto urbano –, en el límite de la ciudad y entre dos realidades.
Por un lado, la volumetría del edificio se define a partir de condicionantes paisajísticos inmediatos, como el perfil de la costa, la relación con el horizonte y el litoral. Las superficies cóncavas de las fachadas, orientadas al mar, representan las tensiones entre arquitectura y contexto de forma que el edificio establece, de un modo natural, un diálogo con el paisaje y sus elementos: la luz y el mar enfrentados al edificio.
Por otra parte, la interacción con la ciudad se produce de un modo antagónico. La geometría clara y estricta de la fachada frente a las edificaciones próximas es una marca de confrontación urbana donde el edificio establece sus límites.
En el interior, los espacios principales son dos salas multiusos con una capacidad para mil y trescientos cincuenta espectadores respectivamente, envueltos de forma que el volumen se presenta como un conjunto unitario y compacto.
Exteriormente, el edificio busca transmitir la idea de una masa perforada, moldeada únicamente por los elementos, que resuelve su complejidad interna de forma expresiva y en pocos movimientos.
La secuencia espacial interior se construye a base de dilataciones, compresiones y tensiones tangentes a un recorrido cuyas únicas interrupciones son las vistas hacia el exterior. Esta secuencia espacial enlaza las áreas principales del edificio y persigue intensificar la percepción de las distintas geometrías de superficies y aberturas que componen el volumen del edificio.
El auditorio de Águilas es al mismo tiempo un proyecto sencillo e importante, que actúa sobre el paisaje de manera contundente y natural, como sin esforzarse.
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